Impactos del COVID 19 en la preparación de los Estados Financieros

Abr 30, 2020

Las medidas adoptadas por los gobiernos ante la propagación del COVID-19 sin duda han impactado la actividad económica, afectando incluso a las cadenas de suministro, viéndose reducida la demanda de numerosos bienes y servicios en todo el mundo.

Es por ello que los impactos del COVID-19 se deben considerar tanto en la preparación de los Estados Financieros Anuales, como en la información intermedia, según estándar IFRS. Sobre este asunto conversamos con Gustavo Vera, Socio y Gerente de Ventus Consultores, firma de consultoría con experiencia de más de 10 años en IFRS, quien nos proporcionó las principales pautas para entender el alcance de este fenómeno.

Según señala el experto, el COVID 19 trae como consecuencia general, para gran parte de las industrias, un mayor nivel de riesgo en sus operaciones, siendo el más relevante la consecución del negocio. En este sentido y como primer alcance, las administraciones deben evaluar la capacidad de la empresa para seguir en funcionamiento, reflejando cualquier incertidumbre en la preparación de sus estados financieros.

Por otra parte y dada la reducción de la actividad económica y los menores ingresos que están percibiendo gran parte de las entidades, es fundamental tener en cuenta el potencial deterioro de activos no financieros. De acuerdo al modelo en la NIC 36, las empresas deben considerar pruebas de deterioro que determinen el importe recuperable, puntualiza Vera.

Asimismo, deben considerarse las exigencias de la NIC 10 “Hechos ocurridos después del periodo sobre el que se informa” y, particularmente, en caso de que los últimos acontecimientos proporcionen información acerca de las circunstancias que existían a la fecha de cierre. Al respecto es necesario diferenciar aquellos eventos que impliquen ajustes, de los que no los requieran en la preparación de estados financieros y revelar acorde a ello.

Otro punto considera contabilizar el deterioro bajo el modelo de pérdidas esperadas de la NIIF 9, surgiendo factores clave para el análisis, principalmente en relación con la estimación de pérdidas crediticias esperadas y otros aspectos de instrumentos financieros que a raíz del COVID 19 han requerido estimaciones basadas en información consistente sobre eventos pasados, condiciones actuales y pronósticos económicos.

De manera anexa el ejecutivo enfatiza en la necesidad de considerar bajo el marco de la NIIF 16 todo cambio que suponga nuevas negociaciones entre arrendadores y arrendatarios, quienes podrían haber renegociado los términos de un arrendamiento como resultado del COVID-19. A nivel de EEFF, este escenario supone estimaciones que consideran impactos principalmente en las tasas de interés y los plazos del arrendamiento.

Respecto a esto último es importante tener en cuenta que este mes de abril IASB ha propuesto, mediante un borrador, la modificación de la norma NIIF 16 para incluir una excepción que permita contabilizar modificaciones de contratos de arrendamiento bajo determinadas circunstancias. Se espera que cualquier resultado de modificación sea oficializado en mayo de 2020.

Por último, cabe señalar que en el marco de este artículo se han esbozado solo algunas de las implicancias que el COVID-19 tendrá en los informes financieros. Como asuntos prioritarios y a modo de resumen: empresa en funcionamiento; evaluación del deterioro; ajustes de los contratos; medición del valor razonable; asistencia gubernamental e impuesto sobre la renta, considerando que otros asuntos potenciales sean revisados oportunamente.